«We are all different behind the eyes»
Eddie Vedder, I am mine
Escribir es regresar. He pensado un sinnúmero de veces en las páginas que he dejado de escribir, que he dejado que se perdieran en un silencio invisible dentro de mí, en ese lugar en el que todo aquel que escribe sabe que están las palabras que no ha escrito y que es como una biblioteca incorpórea de paralipómenos detrás de los ojos, detrás de los ojos, donde dice Eddie Vedder que todos somos distintos.
Llega un punto en el que escribir se convierte en el regreso a ese lugar abandonado, a esa ciudad desierta que hay en mi interior, mil veces inundada y devastada, y en los que hay una biblioteca a la intemperie y bajo la lluvia, siempre bajo la lluvia, y en la que basta con abrir uno de esos libros con páginas por escribir ya escritas y leer en ellas. Y llueve y llueve siempre, porque cada gota de lluvia son mis dedos golpeando el teclado del ordenador en el que escribo. Por cada página que borra la lluvia, aparece otra a este lado de la vida. Y si no escribo, deja de llover y yo dejo de poder estar allí y las páginas se siguen acumulando en el silencio invisible de esa ciudad desierta y en ruinas, en esa biblioteca a la intemperie en la que solo he estado yo, la lluvia que hay detrás de mis ojos y que ahora lees.
ESCRIBIR SIEMPRE ES UN REGRESO, UNA MIRADA HACIA ATRAS Y UNA HUIDA HACIA DELATE EN TUS SUEÑOS, TUS ILUSIONES, TUS SENTIMIENTOS. UN ASLUDO
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, Pippobunorrotri. Estoy de acuerdo contigo, es muy bonito eso que dices de «una mirada hacia atrás y una huida hacia adelante».
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué infinita melancolía desprende este texto. Y es posible que no lo hayas querido así. Pero a veces lo escrito desprende una atmósfera no buscada, vive su propia vida, lejos del autor, o al menos del que uno cree que es el autor.
Me gustaLe gusta a 1 persona
El texto significa lo que tú veas en él, la melancolía a la que aludes es inevitable, me obsesiona dejar pasar los días sin haber escrito. Esa es quizá la peor lejanía, la que se tiene con uno mismo. Gracias por el comentario, S.SUE.
Me gustaMe gusta
Preciosa melancolía y avance al mismo tiempo. Lo que siento hoy que dejo un tiempo las letras.
Fer gracias de corazón por tus letras en Libro solidario, tuyo es y si a alguien conoces que quiera escribir. Es tu casa. Yo ya no podré estar durante un largo tiempo. Ojala cuando vuelva, ya tengamos editorial. Besos muchos.
Que bonito texto Fer. Besos siempre!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias, M.J., por tu comentario y por esa casa de Libro Solidario.
Me gustaLe gusta a 1 persona
🙂 Hasta pronto Eres un gran escritor, no lo dudes.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Para personas de literatura tan intima como la tuya, escribir es prácticamente una reconciliación con uno mismo. Si ha llegado ese momento, me alegro… porque no hay nada mejor que saber y poder bailar bajo la lluvia. Besos Fer.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En mi caso, escribir es una reconciliación con no hacerlo o con intentarlo, me obsesiona dejar pasar los días y sentir que los he perdido sin escribir. Es algo muy raro. Gracias por el comentario, Eli.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Retomar lo que te apasiona es como renacer, solo mira lo que tienes por delante, sé que será muy fructífero. Espero poder leer mucho de ti.
Mucha suerte y un abrazo fuerte Fer.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tu comentario, Patrícia, yo espero también que puedas leer mucho de mí, qué bonita expresión.
Me gustaLe gusta a 1 persona
😊🌷
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me ha llegado eso de «escribir se convierte en el regreso a ese lugar abandonado, a esa ciudad desierta que hay en mi interior». Que bonitas palabras, ¡Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tu lectura y por tu comentario, Lis.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te confieso que he llorado un poquito… La lluvia… A mí también me aterra cada vez que dejo de escribir y se pierden las historias que se asoman una mañana cualquiera, una noche de insomnio, en un viaje largo en el metro… Las siento, no las escribo y mueren en mi propio olvido. Una buena descripción de lo que significa no escribir cuando deberíamos hacerlo. Ánimo Fer paremos la lluvia a tiempo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Escribir es siempre mejor que no hacerlo, aprender a vivir con todo ello es asunto complicado. Muchas gracias por el comentario y la confesión. Un abrazo, Esther.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Excelente, delisioso post. Pocuraré continuar leyendo de tu biblioteca a la intempérie… Gracias Fer
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por el comentario y por la lectura. ¡Y gracias a ti !
Me gustaLe gusta a 1 persona
Una hermosísima imagen sobre el envés de las ideas. El espejo donde escribimos tiene su azogue, en el que quedan fijadas las palabras no dichas. Toda escritura es susceptible de no serlo. Yo creo que la capacidad de volver una y otra vez al envés, asomarse y descifrar los signos del azogue no es un paralipómenos (aunque también), sino -y fundamentalmente- el resultado que nos completa como escritores tras la escisión, y es, éste, un péndulo en movimiento permanente.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En el caso concreto de este texto, la imagen surgió de un sueño recurrente. Una ciudad en ruinas que se inunda, poco a poco, bajo la lluvia y en la que hay una biblioteca en la que leo libros que en los sueños pienso que se han escrito y que llego a tomar por libros reales, pero que una vez que despierto, me doy cuenta de que no existen.
Alguna vez llego a recordar pasajes enteros, frases sueltas concretas, las consulto y me cercioro de que no existen o de que son fragmentos unidos de lecturas de otros libros. Muchísimas gracias por el comentario y por la lectura.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Menuda suerte! Yo nunca he soñado con libros, ni con bibliotecas, ni, por supuesto, he abierto, por lo tanto, sus páginas.
Me gustaLe gusta a 1 persona