Me preguntas en tu carta por qué escribo. Podría responderte que es una necesidad de círculos concéntricos, pero no me entenderías, como esas películas de David Lynch en las que no hay una trama evidente.
Respiras, te late el corazón, tus ojos ven lo que la luz dibuja, hablas, sueñas, el mar existe, necesitas escuchar y tocar música, la voz de la persona a la que amas se escucha distinta, como hecha de un tono violáceo y cárdeno, nieva y se escucha el silencio, llueve o ha llovido, Borges, Kerouac, son trece notas no siete, el bemol y el sostenido son la misma nota, entre la quinta y la sexta nota hay una oquedad, entre la duodécima y decimotercera también, la armonía es el vacío que hay tallado en tu oído, las calles tienen nombre pero son solo el espacio que queda entre los edificios, el mundo es una calle única para ti, la humanidad está acodada a la barra de un bar, nunca olvidas que los árboles se arraigan y ocultan sus raíces, nadie las dibuja, los árboles crecen en círculos, los libros también crecen en círculos, en círculos concéntricos y esdrújulos como las clases de palabras, los sinónimos son como esas personas de una misma familia que se parecen.
A nadie se le ocurre preguntar por qué ocurren todas esas cosas. Escribo porque todo debe tener un porqué menos sentarse a escribir: es una necesidad de círculos concéntricos.
Amigo, esto es poesía en prosa.
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Muchas gracias por el comentario, S.Sue, siempre tan alentadora con lo que escribo.
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Siéntate o no te sientes, pero no dejes de escribir.
Alguna vez dos círculos concéntricos coinciden😉
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Gracias, Marina. Se deja de escribir al hacerlo, eso lo sabes tú también. Las palabras tienen una dimensión física que parten del mismo centro, pero que nos abandonan siempre para volver, como el trazo de un círculo. Un saludo.
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Fer voy a compartir tu texto con tu permiso. Has respondido a por qué escribes (siempre he pensado que es por la necesidad, como tú) y has conseguido lo más difícil, describir cómo se amontonan en nuestra cabeza las ideas, las imágenes, los sonidos, los olores y la cuarta y la quinta dimensión de la realidad. Jajajaja fantástico!!!! Qué difícil y qué bien lo has hecho. «Por qué» es sencillo de responder, «cómo» sentimos el mundo… eso era otra cosa y acabas de regalarnos el texto que lo define. Ay Fer qué regalo le acabas de hacer a mi artista interior.
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Me alegro mucho, Esther. Claro que puedes compartirlo. En realidad el texto está escrito a base de preguntas invisibles que luego borré. Puedes ponerle un por qué a cada oración que hay entre las comas, las preguntas son la respuesta. Tiene más de experimento que de texto reflexivo. ¡Gracias a ti! Mucha suerte con tu corto, otra vez…
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Pues funciona!!! Y creo que me lo voy a imprimir. Muchas gracias otra vez jajaja aunque es complicado, se presentan muchos.
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MUY BUENO
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Gracias, Pippo.
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