Si puedo, suelo evitar tomar el transporte público para distancias de menos de diez o doce kilómetros y caminar, ir a pie, pues pasé los mejores años de mi juventud, mis años de estudiante universitario, encerrado en un tren de cercanías en hora punta sin encontrar asiento y rodeado de ávidos lectores de diarios gratuitos … Sigue leyendo El aguacero