A veces me da por recordar personajes pequeños, como la mujer del boticario Chernomordik del cuento de Chéjov, que miraba el amanecer sin poder conciliar el sueño y los quince kopeks de pastillas de menta que le quiso pedir Obtesov, el joven pretendiente de la historia, por segunda vez; los que hayan leído el cuento … Sigue leyendo Quince kopeks de pastillas de menta