Es la primera vez que me dejan sin palabras. Lo cierto es que no sé cómo empezó todo, creo que fue a finales del otoño pasado. Navegando por el lector de WordPress me encontré con las historias de Esther Paredes; la portada de su libro me enamoró y, preso de su extraño influjo, me intercambié un par de correos para hacerme con él y, si el libro me convencía tanto como los relatos que ya había leído en su página, escribirle una reseña. Esther tuvo la generosidad de hacérmelo llegar en un sobre al que no le faltaba detalle; hoy sé, pasados los meses, que en aquel sobre venía también el comienzo de una valiosa amistad, un antes y un después.
Leí el libro en dos tardes y escribí la reseña de «Buenas noches, cuentos de miedo para dormir mejor» todavía bajo el hechizo de su lectura; la reacción de Esther fue compartir, con una inusitada generosidad y emoción, mis palabras en su página y en sus redes sociales. Seguí leyendo con interés los relatos de su página «El escondite del miedo» que hoy en día lleva por nombre «El escondite de la cuentista«, y supe que ella seguía visitando El tintero por los atentos y atinados comentarios que me iba dejando cada cierto tiempo.
Esta anécdota no tendría mayor importancia, si hace unas tres semanas no hubiera recibido un correo de Esther Paredes en el que me animaba a formar parte del proyecto Extinta, una publicación literaria que ha puesto en marcha junto con otros colaboradores, entre otros muchos, de la talla de Pep Bras, Iñaki Arbilla o Seni Zuazárregui. Entusiasmado con la idea y con la descripción que Esther me había hecho sobre la forma de colaborar en Extinta, le hice llegar dos textos que ya había publicado en esta página «La decepción de Gógol» y «Pasar página«.
Por si fuera poco, Esther, como editora, se comprometía a escribir una pequeña semblanza a modo de presentación para cada autor de Extinta, lo que vuelve a hablar del mimo y la profesionalidad que le pone a cada proyecto que emprende. Tras contestar por correo a algunas preguntas y enviarle los dos fragmentos que me había pedido para completar su texto, el viernes me hizo llegar al correo el siguiente enlace: https://medium.com/extinta/fernando-palacios-e25df47624bc
Es la primera vez que me dejan sin palabras, al menos, para bien. Espero estar a la altura de semejante generosidad.
¡Bravo, Fernandico!
Besos.
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Reblogueó esto en El escondite de la cuentistay comentado:
Fernando J. Palacios nos acompaña en nuestra travesía. Tenemos mucha suerte.
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La suerte es, caso de serlo, fortuna mutua. Un abrazo, Esther.
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Lo estarás, sin duda alguna
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Lo he leído entero con una sonrisa en mi rostro, me encanta leer cosas bonitas sobre mis amigos. Esther, parece una mujer con una sensibilidad como la tuya, por lo que debe de ser una gran mujer. Sé que es una gran escritora, porque leí (tras tu recomendación) su libro: «Buenas noches, cuentos de miedo para dormir mejor» y me mantuvo muy despierta ;). La película, «Nuestros Amantes», con la música y letra de Enrique Bunbury, y esos diálogos con Bukowski de protagonista… simplemente genial!
Besos, Fer.
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Gracias por el comentario, por la lectura y por las palabras que me has dedicado. Nuestros amantes es un peliculón, nos encantó.
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¡¡¡Te lo mereces, Fer!!!
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Gracias, Marina. Lo más bonito es ver cómo las palabras viajan de un lugar a otro y que Esther me haya tenido en cuenta para su proyecto.
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Y tanto, pero es porque te lo mereces, sin duda
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Reblogueó esto en Por el hueco de la escaleray comentado:
No dejéis de leer y seguir a Fernando J. Palacios León. Sus letras son deliciosas.
Va por ti, compañero.
Gracias por todo.
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