«Feelings are intense.
Words are trivial»
Martin Gore
Debería sólo escribir silencio, hacerlo presente, es siempre revelador. Sentir es silencio. Mirar es silencio. Amar quizás sea silencio.
Cada capítulo escrito, cada imagen dibujada en el cuaderno de tu alma, cada golpe en la piedra para siempre, cada nota sacada al piano, cada canción rodeando tu espíritu, cada poema y su cadencia en cada folio, cada puesta de sol en el centro de tus pupilas, cada noche de luna llena con su luz azul y blanca, cada mano en tu mano, cada estrella, cada ciudad por la que caminaste, fue sólo silencio.
Eras tú y tu silencio, lejos de todo, en ti, en el centro adonde nadie ni nada más puede llegar. Todo lo que no es silencio, se falsifica un poco, se miente, se nombra, se distancia.
Me gustaría ser como esas fuentes de las que ya no surte el agua, abandonadas y sobre las que cae el tiempo, la lluvia, las hojas de un árbol cercano, haciendo contemplar en quien las mira su propio silencio.
O tan sólo ser una vez esta persona, a solas, enfrente de sí mismo, que pronuncia tu nombre y recompone tu imagen con silencio. Contigo, en esa ausencia, en la que ni siquiera sabes que te estoy nombrando.