Los cines abandonados

En el barrio de Las Ventas en Madrid hay unos cines abandonados, con el rótulo de un verde como de bronce viejo, como de cúpula de iglesia europea sobre la que ha llovido mucho. Se puede ver el armazón del que un día colgaron los carteles que anunciaban las películas, los focos apagados hace años y la verja echada. Al verlo hace dos días, antes de regresar a Alemania, me recordó todos los días que he pasado sin escribir.
Pensé que, de algún modo, me había convertido en aquellos cines abandonados y supe que escribiría algo sobre ellos, algo sobre mí.
Siempre me han gustado los negocios cerrados, las quiebras declaradas, asomarse al orden vacío de sus interiores que ya nadie ocupa.