A Markus, in memoriamTenía treinta y siete años y era autónomo. Le gustaba llevar gorros de lana, era alto y noble como un árbol. No sé por qué nos saludamos siempre al vernos desde lejos estirando los brazos de alegría y con el pulgar en alto. Luego, de cerca, nos dábamos un abrazo y era … Sigue leyendo En mi equipo