Desaparecer,
rendirse como gris nube de lluvia.
Caer u olvidarse
sobre el azul o la nada.
Hundirse en un lugar sin nombre
lejano como el recuerdo, como el silencio que lo hace posible,
ser sólo alrededor de una ausencia.
Abandonarse,
como si al fin y al cabo la inmensidad
fuese toda la parte de nosotros capaz de no contenernos
y en ella,
un todo sin nosotros
como latir,
como mirar,
brisa o caricia que huye de sí misma.
Es precioso…tiene una melancolía y una profundidad que estremecen, y al mismo tiempo guarda una luz de esperanza en el fondo. Me encanta cómo escribes, de verdad.
Un saludo!
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