Sólo espero que el tiempo te devuelva
su siempre dulce lentitud de círculos
hasta mis brazos,
como la muerte posa su nostalgia
para anidarse en nuestros pensamientos,
como ese resto de nosotros que queda en alguien que nos sueña.
Cuando te observo me pareces
una suicida ola de mar hacia la tierra
que ignora su oceánica hermosura
venida más allá del horizonte.
Mortal,
como las horas del otoño.
Frágil azul,
cual la escuchada forma de tu voz.
Cristal,
como el contorno de tu corazón.
Hasta mis brazos que por contenerte
son de un silencio que jamás se acaba,
como el final de una canción.
Ya era hora. Saciando el hambre de blog.
Alex
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Gracias por comentar, la verdad es que últimamente he tenido mucho trabajo, piano piano se va lontano.
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Gracias a ti por compartir lo que escribes. Por cierto, el Cercas ha sacado un libro: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/escorpion/2012/09/26/javier-cercas-y-la-delincuencia.html.
Hay que leerlo.
Alex
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