A A.G
Desubicados otra vez
lloramos de risa,
nos abrazamos para saber dónde estamos
porque no existe un donde con nosotros,
porque sabemos bien qué significan los adioses,
las últimas sonrisas, los hasta siempre,
las despedidas,
los abrazos ante un aeropuerto,
una estación de tren
o ante los coches alquilados.
Son demasiados ayeres,
demasiadas veces tu nombre en el remite,
tu deferencia en sellos escogidos
y el trazo de la pluma estilográfica,
son demasiados nombres de mujer.
Mientras puedas contármelo
mientras pueda gastarte una broma más que haga estallar tu risa,
tu risa de cristales rotos,
tendrá sentido.
Es más de lo que muchos
jamás tuvieron en sus vidas.
muchísimas gracias, muy grande, bracho
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Precioso
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Me he emocionado…
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Quémalo Ian!!!
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Mientras puedas contármelo
mientras pueda gastarte una broma más que haga estallar tu risa,
tu risa de cristales rotos,
tendrá sentido.
Muy bueno Fer.
🙂
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